Por suerte no nos tomo mucho tiempo hacer los 350 Km que separan ambas ciudades, gracias a la buena predisposición de quienes no dudaron en levantarnos y llevarnos al vernos al costado de la ruta.
Entre estas buenas almas cabe destacar a Jose Luis Duran que nos aventó desde la caseta de cobro de Tehuacan hasta la ciudad de Oaxaca. Y no solo eso, sino que como llegamos a la hora de la cena, nos invito a cenar esa noche y la noche siguiente, que aunque no habíamos tenido buena fortuna tocando en la calle porque nos corrieron, como de costumbre, los inspectores municipales, festejamos a lo grande el encuentro y un logro personal de Jose Luis. Linda noche!
Otra buen alma fue la de Adrian, que tubo la amabilidad de llevar a Julian en su camión hasta Oaxaca y que compartió unos días en la ciudad con nosotros haciéndonos el aguante en la calle mientras tocábamos.
En Oaxaca nos conocimos con Seba y el Chino, dos mendocinos de la Ciudad de San Carlos que están de viaje por México y con la idea de bajar hasta Argentina. Malabareando en los semáforos y vendiendo sus propias Postales de Viaje van sacando para seguir viajando con una idea de ruta muy similar a la nuestra.
No nos queda mucho tiempo para seguir legales en México, así que se vienen unos cuantos días de ruta para aprovechar estos dos meses restantes.